Leer es siempre un traslado, un viaje, un irse para encontrarse. Leer, aun siendo un acto comúnmente sedentario, nos devuelve a nuestra condición de nómadas. (Leer contra la nada, Madrid, Siruela, 2017: pág. 26).Algunos monjes medievales, copistas incansables de libros, definían la lectura como una peregrinatio in stabilitate, es decir, como un viaje que se lleva a cabo sin movernos del sitio en el que estamos. La antropóloga francesa de la lectura Michèle Petit, que ha sabido captar como nadie la vivacidad de «un mundo que camina y narra», parece haber dado con la clave que prende la mecha de la lectura, que desencadena su hondo calado social y humano, en aquellos lugares en los que se diría –no sin ingenuidad– que hay otras necesidades más urgentes: «Todo empieza con una hospitalidad» (El arte de la lectura en tiempos de crisis, Barcelona, Océano, 2009, pág. 30).
Así pues, pónganse ropa cómoda y sépanse en su casa, que empezamos.
Me ha gustado mucho la primera lectura , nunca me había parado a pensar en una buena razón para leer lejana a la obligación de aprender , sin duda leer es como viajar , si no ha calado no ha sido un auténtico viaje. Espero seguir descubriendo más destinos no tan masificados con vosotros :)
ResponderEliminarUy,acabo de ver que me aparece como unknow , es que utilizo más WordPress y poco al señor Google jeje. Saludos. Miriam.
ResponderEliminarHola Miriam, gracias por tus comentarios. Con ellos, el club sigue en el tiempo usando este espacio que nos brinda internet.
ResponderEliminar¡Qué tarde más buena en torno a la lectura! Yo también espero seguir descubriendo más destinos con este grupo tan enriquecedor.
Un abrazo,
Loli